El primer video subido a YouTube
Lo interesante de YouTube hace 11 años era la posibilidad de un canal global que conglomerara videos amateurs de usuarios en todo el mundo. Pronto la plataforma empezó a crecer. De hecho, el mismo año de su fundación, Nike subió un video promocional con Ronaldinho que tuvo millones de visualizaciones y empujó a otras marcas importantes a utilizar YouTube para video marketing.
Mucho ha cambiado en estos 11 años, pero el principio de lo que es YouTube y cómo usarlo para video marketing es el mismo: se trata de una plataforma para compartir videos generados por usuarios de la web. Por supuesto, en este tiempo ha habido lecciones aprendidas y la web ha cambiado mucho (para bien, claro).
Youtube para video marketing: el sentido de Comunidad
Una inmensa comunidad de consumidores de contenido se ha formado y fortalecido en esta década. Se trata, quizá, de un síntoma que nos habla de la revolución que está sufriendo la manera que tenemos de comunicarnos. La televisión sigue siendo un punto de encuentro para la información, sí, pero la comunicación omnidireccional parece ser el nuevo paradigma. Internet es el espacio en que la humanidad está pasando de la cultura de masas a un gran nodo de comunidades cuyo núcleo es el individuo y, por lo tanto, las necesidades de ese grupo de individuos es el motor de la plataforma.
La publicidad entendida como un ejercicio de comunicación unidireccional es un concepto del pasado. YouTube demanda de sus usuarios un interés en el contenido de calidad para que sea compartido. Alguien dijo alguna vez que el video es la nueva moneda del marketing en la web, y no se equivocó.
Casi 24 millones de usuarios han visto este video de Nike hecho por Casey Neistat, un director y productor neoyorkino que le apostó al contenido de calidad en YouTube para video marketing. El mensaje no se transmite con la arrogancia de la televisión tradicional que intenta decirnos: “Mi producto es mejor que el de los demás, deberías comprarlo.”. Es, más bien, una experiencia que refleja los valores que hay detrás de esa marca en particular y ese producto. Esto tiene que ver con el sentido de comunidad, tiene que ver con satisfacer la necesidad de contenido de calidad en un entorno saturado de contenido.
Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar
YouTube abrió las puertas a un sinnúmero de creadores de contenido. Jugadores de videojuegos, expertos en tecnología, chefs caseros, locos de la limpieza, músicos, atletas, y un largo etcétera. Sucede que el contenido que consumimos para entretenernos y formarnos está cada vez menos en televisión y más en Internet. Sobre todo la generación Millennial, con sus nuevos deseos, necesidades y aspiraciones, han recurrido a esta plataforma para divertirse, crear y aprender. Son los consumidores de contenido por excelencia y, por suerte, también los creadores.
Unos ejemplos:
El caso de esta youtuber peruana, por ejemplo: su canal ofrece consejos de moda, maquillaje y estilo de vida para mujeres jóvenes. Tiene poco más de 2.5 millones de suscriptores y cada uno de sus videos ronda el millón y medio de reproducciones.
O ¿qué tal este creador de contenido canadiense? Linus Sebastian comparte con la comunidad de geeks en YouTube su experiencia con componentes tecnológicos y computadoras. Se dedica a hacer reseñas y transmite en vivo un podcast que habla sobre tecnología. Este caso es interesante porque ha integrado en su contenido espacios publicitarios que sintonizan muy bien con su audiencia. Linus tiene una comunidad de 3.5 millones de suscriptores y sus videos rondan el millón de reproducciones.
El último caso es el del canal Mr.Gear, que se dedica a experimentos científicos de una manera poco usual y divertida. Interactua mucho con su audiencia y recibe nuevas ideas para vides en el futuro. Cuenta con 5.3 millones de suscriptores y sus videos rondan los 15 millones de reproducciones. Este es el ejemplo perfecto de los componentes para atraer la atención de las audiencias. Son elementos creativos, sencillos y divertidos que componen una narrativa que entretiene y aporta a la formación de su público.
La conclusión es que usar YouTube para video marketing es más como buscar en una librería que intentar convencer con un mensaje en una pantalla de televisión. Allá afuera existe un nutrido grupo de creadores de contenido en una diversidad inmensa de campos. Las reglas las dictan ellos y la interacción con la comunidad está a su discreción, pero son aliados de una importancia considerable cuando se tiene en cuenta que tienen la legítima atención de cientos de millones de personas. La oportunidad está ahí. Se trata de contar historias, de comprender qué le interesa a tu audiencia y cómo tus esfuerzos publicitarios pueden ser congruentes con aquellos factores. Nunca antes en la historia de la humanidad hemos estado tan conectados, tan comunicados como hoy, y esa es una oportunidad que el video marketing está aprovechando.
